A diferencia de muchos países occidentales, cuando hablamos de religión en China no se trata de un fenómeno unificado y completamente definido, sino de una mezcla de creencias, prácticas culturales y espiritualidad.
Un mosaico de creencias
China no ha tenido una religión dominante. En su lugar, ha desarrollado tres corrientes que durante siglos han coexistido: confucianismo (儒教), taoísmo (道教) y budismo (佛教). A esta convivencia se la conoce como sincretismo religioso.
Por ejemplo, muchas personas participan en rituales taoístas, siguen principios confucianos en la vida social y practican budismo como religión espiritual, todo al mismo tiempo.
Religión y política
Desde 1949, tras la fundación de la República Popular China, el papel de la religión cambió drásticamente. El Partido Comunista Chino es oficialmente ateo, y durante la Revolución Cultural (1966–1976) muchas religiones fueron severamente reprimidas. Templos destruidos, clérigos perseguidos y prácticas religiosas prohibidas.
Sin embargo, desde los años 80, el gobierno ha permitido cierto grado de práctica religiosa bajo control estatal. Hoy en día, existen cinco religiones oficialmente reconocidas: budismo, taoísmo, islam, catolicismo y protestantismo.
Estas religiones están reguladas por asociaciones religiosas oficiales que responden al Estado. Aún así, algunas organizaciones internacionales han manifestado su preocupación por el trato a ciertos grupos religiosos, como los musulmanes en Xinjiang y algunas comunidades cristianas.
Diferencia entre espiritualidad y religión formal
Aunque se estima que solo el 10% de los adultos chinos se identifica formalmente con alguna religión, la espiritualidad está muy presente en la vida cotidiana y una gran parte de la población realiza prácticas como:
- Visitar templos en Año Nuevo para pedir suerte
- Quemar incienso a los antepasados (祖先)
- Consultar el fengshui (风水)
- Usar amuletos o prácticas budistas para la salud o los negocios
En muchos casos, los chinos conciben estos rituales más como una tradición cultural que religiosa.
La realidad actual de la religión en China
El auge económico y el vacío espiritual que trajo la modernización ha llevado en los últimos años a un renovado interés religioso o espiritual. Los jóvenes también practican rituales budistas, visitan a sus ancestros, o se interesan en prácticas populares como el fengshui.
En definitiva, aunque China es uno de los países con menor porcentaje de personas afiliadas formalmente a una religión, en realidad la espiritualidad juega un papel importante en la vida de muchos de sus habitantes, tanto jóvenes como adultos.