En su origen, la escritura china constaba de pictogramas e ideogramas. Resulta difícil establecer una cronología histórica, aunque la escritura revela que los caracteres chinos nacen de la combinación de signos abstractos hace más de tres mil años.
Existen numerosas teorías sobre la invención de la escritura china, muchas de ellas basadas en simples leyendas. La teoría más aceptada, seguramente por su belleza, es la de que fue Cang Jie, uno de los consejeros del gran Emperador Amarillo Huang Di, quien creó los pictogramas y primeros símbolos de la escritura china basándose en las pisadas que dejaban los pájaros. Es una historia bonita, aunque bastante fantasiosa, ya que los símbolos tienen un significado más profundo, como veremos en las próximas lecciones.
De la dinastía Han a la dinastía Jin
Durante la dinastía Han se sentaron las bases para la expansión de la escritura sobre papel.
Con la aparición y el desarrollo de la industria del papel, se van abandonando poco a poco los huesos de la dinastía Shang (1766-1027 a. e. c.), el bronce de la dinastía Zhou (1027-256 a. e. c.), la piedra (772-481 a. e. c.), el bambú de la dinastía Han del Este (206 a. e. c. - 9 e. c.), la seda y otros soportes de escritura.
El papel, junto con el pincel y la tinta, tomaron definitivamente el relevo. La escritura se convirtió así en una forma de comunicación y de expresión única, con caracteres plenamente conformados, dotados de evolución y personalidad artística propia. Todo ello, unido a su promoción educativa, mostraba el espíritu pionero y la atmósfera cultural de los Han, yendo más allá de los primitivos símbolos tallados y textos pictográficos.
La importancia de la caligrafía
Durante el periodo comprendido entre la dinastía Han, el periodo de los Tres Reinos (220-280 e.c.) y Jin del Este (317-420 e.c.), todos los estamentos de la sociedad le dieron mucho valor a la caligrafía.
La caligrafía simplificada y refinada fue el resultado de un largo proceso de transformación, de líneas blancas y negras sobre papel, de un bicolor extremo que coincide con el más alto espíritu de la filosofía china.
Con la intencionalidad de expresar ideas o emociones de forma más rápida, se desarrollaron a posteriori algunos estilos ya claramente caligráficos como el 隸書 “Lìshu” (apariencia plana), el 草书 “Cǎoshū” (estilo cursivo), el 行书 “Xíngshū” (estilo semicursivo) y el 楷书 “Kǎishū” (estilo regular).